Por Carlos Clemente
Un nuevo video exhibe las condiciones que imperan en el penal de San Miguel, en Puebla. Difundido este miércoles en redes sociales desde la cuenta “San Miguel Puebla”, el material muestra una fiesta dentro del reclusorio: internos bebiendo alcohol, música a todo volumen y la presencia de al menos dos mujeres ajenas al penal. Una postal del descontrol.
La publicación confirma lo que desde hace tiempo se sabe, pero oficialmente se rechaza: en el penal más importante del estado manda el autogobierno, no la autoridad.
El video tiene un propósito evidente: exhibir a dos internos identificados como “El Pavón” y “El Jaguar”, señalados como los verdaderos amos del Centro de Readaptación Social. Según se denuncia, bajo su control opera un sistema paralelo: venta de droga y alcohol, cobro de piso, renta de celulares, cobro de visitas, extorsiones y organización de fiestas privadas.
En una hoja colocada junto a varias cervezas, los denunciantes escribieron un mensaje dirigido al gobierno estatal y al federal, pidiendo su intervención urgente. El texto está fechado el 28 de octubre.
Mientras suena la música, los internos aparecen relajados, brindando y conviviendo con las mujeres, que claramente ingresaron al penal solo para esa “celebración”.
La Secretaría de Seguridad Pública estatal realizó un cambio en la dirección del Cereso apenas en septiembre. El actual titular, Jorge Ortiz Delgadillo, un abogado veracruzano, lleva escasos dos meses al frente. Sin embargo, los hechos demuestran que el control no está en sus manos.
Recién el 5 y el 10 de octubre se registraron dos muertes dentro del penal, ambas investigadas por la Fiscalía. Las versiones oficiales hablaron de “infartos”, pero las necropsias revelaron golpes y lesiones que apuntan a probables homicidios.
Familiares de internos han denunciado reiteradamente los privilegios y grupos de poder al interior. Las autoridades responden con el mismo guion de siempre: que las acusaciones provienen de quienes “han perdido beneficios”. Pero los videos y los muertos dicen otra cosa.
El material difundido tiene graves implicaciones, exhibe una realidad: San Miguel es un penal sin ley, priva la corrupción y los reos dictan las reglas. @analisistv











