El retiro del altar simboliza el cierre del encuentro entre vivos y difuntos; hacerlo con respeto honra la memoria y también al medio ambiente.
Redacción
En México, el Día de Muertos representa un puente espiritual entre el mundo terrenal y el de los difuntos. Pero así como existe una fecha para colocar la ofrenda, también hay un momento ideal para retirarla, siguiendo lo que dicta la tradición popular y aquí en Análisis TV te contamos todo a detalle.
De acuerdo con las creencias, las almas visitan los hogares del 31 de octubre al 2 de noviembre, permaneciendo simbólicamente entre los vivos hasta el 3 de noviembre, día en que emprenden su regreso al más allá.
Por ello, muchas familias retiran la ofrenda el 3 o 4 de noviembre, una vez que las ánimas se han despedido.
El acto de desmontar el altar no debe hacerse de forma apresurada. Se considera un ritual de agradecimiento y respeto por la visita recibida.
Según la costumbre, los alimentos y bebidas del altar ya no tienen “sabor”, pues los difuntos han absorbido su esencia; sin embargo, no deben desecharse sin cuidado.
Algunas familias los comparten entre vecinos, los entregan a animales o los devuelven al campo, como gesto simbólico de retorno a la naturaleza.
También se recomienda separar los elementos orgánicos e inorgánicos. Las flores de cempasúchil pueden convertirse en abono, mientras que las veladoras deben apagarse con respeto, agradeciendo por la visita espiritual.
Los objetos personales y fotografías se guardan hasta el siguiente año, preservando su energía y significado.
Más allá del rito, retirar la ofrenda con conciencia ambiental y devoción refuerza el sentido de esta tradición: honrar la vida, agradecer la memoria y cuidar el entorno que sostiene ambas.











