Estas serán las claves secretas del informe del 15 de diciembre de Armenta…

Por Jesús Ramos

La política, dicen los viejos lobos de mar, no se mide por lo que se dice sino por lo que se calla. Y el próximo 15 de diciembre, cuando Alejandro Armenta rinda su primer informe de gobierno, lo que querrá escuchar la clase política no será el recuento de obras ni de programas sociales sino los mensajes cifrados del poder.

Todos los gobernantes, sin excepción, aprovechan ese día para hablar en clave. Un gesto, un nombre omitido, un aplauso medido, una frase aparentemente inofensiva puede revelar más que un discurso de mil palabras.

Armenta lo sabe y nosotros también, sabe que cada palabra suya ese día será interpretada como brújula política y que cada guiño u omisión desatará conjeturas, decepciones, lealtades y traiciones.

El 15 de diciembre será una lectura del oráculo. Los viejos operadores políticos, secretarios de despacho, alcaldes y diputados, todos estarán atentos para descifrar el tono del gobernador. Si habrá continuidad o sacudida, si el gabinete sufrirá cirugía mayor o le pondrá sólo maquillaje.

Los mensajes pueden llegar envueltos en elogios o reproches, en frases de agradecimiento o en una ausencia súbita en el presídium. No hay misterio en ello. Todo gobernador que se precie de político usa su informe para ordenar su tablero, Lo hicieron priistas, panistas y morenistas de antaño.

Lo hecho, hecho está, el primer año se mide, se reconocen aciertos y errores, se calibra, el futuro define el legado. Y para eso, el lenguaje del poder se vuelve indispensable, código por descifrar.

¿Habrá reacomodos? ¿Sacará la tarjeta roja a algún secretario? ¿Vendrán rostros nuevos? O, incluso, ¿habrá declaratoria de guerra contra alguien en específico? Nadie lo sabe, pero todos lo esperan, porque en política los anuncios formales importan poco, lo que importa es la intención detrás de los propósitos del gobernador.

Más que un informe, el 15 de diciembre, será una lectura del acto, evento, gestos, palabras y acciones. Lo que Armenta diga será importante, pero lo que deje de decir lo será mucho más, y ahí, en esa delgada línea de palabras y silencios se anunciará lo impronunciable. @analisistv

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