Texmelucan: el Tecnológico en paro

Por Carlos Clemente

Un perfil político en lugar de uno académico al frente de una institución educativa siempre trae costos. El Tecnológico Nacional de México, campus Texmelucan, cumplió seis días en paro estudiantil. A escasos seis meses de su nombramiento, la directora Dulce María Reyes Quiroz enfrenta un rechazo generalizado.

Opacidad en el manejo de recursos, deficiencias en infraestructura, despidos injustificados de docentes y ausentismo para atender compromisos políticos en vez de necesidades del plantel —como el servicio deficiente de internet— son los algunos de los señalamientos en su contra.

Sin experiencia previa en el ámbito académico, Reyes Quiroz asumió la dirección en marzo pasado. Antes fue delegada de Bienestar en la región, regidora de Ecología en la administración de Norma Layón y es diputada federal suplente. La educación, a todas luces, no es lo suyo.

El conflicto estalló el 24 de septiembre, tras el despido de Jesús López Muñoz, jefe de carrera, cuyo contrato como docente fue cancelado sin explicación. Desde entonces, los estudiantes se mantienen en paro y exigen interlocución con autoridades que conozcan de educación, no con un delegado de Gobernación. ¿Será mucho pedir?

La directora eligió esconderse. Desde el primer día rehuyó al diálogo, entra y sale por la puerta trasera para evitar a los paristas. Mientras tanto, las clases siguen suspendidas para alrededor de mil 700 alumnos inscritos en ocho carreras.

Entre las demandas de los estudiantes sobresale el reconocimiento oficial de la Asamblea Estudiantil, órgano de representación que lleva meses en construcción y que busca voz dentro de la institución.

El caso Texmelucan confirma una vieja práctica: el uso político y clientelar de las instituciones de educación superior. Una factura que, tarde o temprano, siempre se paga. @analisistv

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