Morena: la guerra por los comités seccionales y el control caciquil

Por Carlos Clemente

La integración de los Comités Seccionales de Morena ha desatado guerras internas en todo el estado. Los viejos caciques, ahora vestidos de guinda, exhiben sin pudor sus ambiciones: pelean a gritos, con trampas y hasta con urnas embarazadas por el control de las asambleas. El objetivo es claro: llegar bien posicionados a la gran disputa de 2027.

Los militantes de la Cuarta Transformación se acusan mutuamente de todo: exclusión de simpatizantes, boletas sin folio, compra de votos. Un repertorio que los hace expertos en marrullerías electorales. El “cambio verdadero” parece más un reciclaje de las peores prácticas del pasado.

Morena quiere levantar en Puebla una red de 2 mil 719 comités seccionales, réplica de la maquinaria territorial del odiado PRI. Y, como en aquellos tiempos, la pelea es por quién reparte las cartas y quién se queda con la baraja.

En Zacatlán, el exalcalde –priista de toda la vida- José Luis Márquez ha sido acusado de querer imponer a sus incondicionales en todo el municipio. En Ayehualulco, la asamblea se suspendió dos veces por irregularidades.

En San Pedro Cholula, la diputada Nayeli Salvatori salió entre gritos y reclamos de mujeres morenistas que le dejaron claro: “Aquí nadie te quiere, ya vete”.

Las anécdotas van de lo grotesco a lo ridículo. Olga Romero Garci-Crespo, presidenta estatal de Morena, no pudo ganar la elección del comité seccional 1971 en Tehuacán: apenas 9 votos de 57. Toda una muestra de “liderazgo” en su máxima expresión.

El rector de la Universidad Tecnológica de Oriental, Juan Antonio González Fuentes, también entró en escena. Lo cacharon operando la asamblea de Libres. No es cualquier nombre: es hijo del diputado federal morenista Juan Antonio González Hernández, aquel que hizo carrera política en el PRI y hoy presume cercanía con el poder de la 4T. Un ejemplo perfecto de cómo el “Bienestar” empieza por la familia.

El caso del rector no es anécdota menor. Revela hasta qué punto Morena repite lo que antes condenaba: usar instituciones de educación superior con fines políticos y clientelares, como lo hicieron los priistas de antaño y el morenovallismo. La historia se repite, solo que con nuevo uniforme de campaña. @analisistv

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