Por Jesús Ramos
En Cuautlancingo y Coronango la inseguridad dejó de ser un rumor para convertirse en certeza cotidiana. Los homicidios a la alza, también robos de autos y motocicletas, a negocios y casa habitación.
Las cifras oficiales lo confirman. El crecimiento de la violencia exponencial, brutal, sin freno. Aunque de los dos municipios Cuautlancingo lleva la delantera en el ranking de la desgracia.
Los gobiernos municipales en lugar de reconocer su fracaso, han optado por el peor de los remedios. El silencio mediático por acuerdos. Han apostado a ocultar la sangre bajo la alfombra.
Pero la realidad no se calla. El vecino al que le robaron el coche, el comerciante que ya fue asaltado tres veces, la familia que duerme con miedo y a salir de noche, ellos son las estadísticas vivientes de una crisis imposible de ocultar.
El alcalde de Cuautlancingo, Omar Muñoz, no puede. El de Coronango, Armando Aguirre, tampoco. La incapacidad es evidente, pero también hay otro ingrediente que explica el desastre. Los generadores de violencia que no son cualquier cosa.
Se trata de grupos con experiencia criminal, algunos de origen venezolano, otros colombianos, sin que falten los nacionales curtidos en delitos del fuero común y federal.
Municipios, Coronango y Cuautlancingo, convertidos en refugio y centros de operaciones de bandas con colmillo, aprovechados del par de alcaldes que no terminan por aprender las funciones de seguridad de la autoridad municipal.
El costo lo pagan los habitantes que cada mes ven cómo se agrava la situación, cómo se encoge la vida pública y cómo se expande la zozobra. Están hartos de las mentiras de sus ediles que no pueden con la responsabilidad.
Los dos ayuntamientos son el espejo de un nivel de gobierno que presume en discursos disminución de delitos y mejoras de sus policías, cuando la verdad es totalmente distinta para sus ciudadanos.
Estadísticas a detalle de los delitos que se cometen en ambas geografías mañana viernes totalmente en vivo a través de AnalisisTv, y todas sus plataformas, conduce Jesús Ramos. @analisistv
