Por Jesús Ramos
En 2027 no habrá discurso ni promesa que valga, porque el verdadero factor decisivo en las elecciones será la inseguridad. Será el miedo de la gente, ese que se respira en las calles cuando oscurece, el que incline la balanza electoral en contra de los gobiernos en turno y muy probablemente a favor de la oposición.
Tehuacán y San Martín Texmelucan son los ejemplos más groseros. Ahí los alcaldes Alejandro Barroso y Juan Manuel Alonso han fracasado en contener la delincuencia, incluso, les ha crecido exponencialmente. La criminalidad anda suelta, la violencia cobra vidas y patrimonios.
Esa es la factura que guardará la población para cobrarla a boca de urna. Lo mismo ocurre en otras ciudades donde la percepción ciudadana es que viven del carajo, entre asaltos, extorsiones, homicidios, cobro de piso y secuestros.
Regresemos a Tehuacán. Salir a la calle, ahí, a trabajar, estudiar u otras actividades cotidianas equivale a jugar la lotería de la desgracia. Es el municipio del estado donde la gente corre mayores peligros saliendo de su hogar.
El votante mayoritario de municipios con esas características no se dejará engañar por jingles campañeros ni por espectaculares con sonrisas prefabricadas. Su rabia acumulada será la que decida.
En su círculo cercano puede hacer el ejercicio de preguntar si alguno ha sido víctima de la violencia o criminalidad, o sabe de amigos suyos con experiencias lamentables. Le responderán que sí. De ese tamaño será el factor inseguridad que incidirá en las elecciones.
La ironía es que la oposición, esa que muchos dan por muerta, podría revivirla la incompetencia de los gobiernos de la 4T en materia de delitos. No necesitará músculo ni estrategia, tampoco muchos recursos financieros, porque el cielo le proveerá de beneficios.
El hartazgo hará el trabajo por ellos. En 2027 la elección no se jugará en los mítines multitudinarios ni en redes sociales. Se jugará en la memoria de quien fue asaltado en la combi u otro lugar, del comerciante extorsionado, del familiar que no volvió. La inseguridad votará, no habrá poder político que compre ese sufragio de castigo. @analisistv